Somos vulnerables a ataques a causa de la mala praxis en el uso de contraseñas?

Lo que no debes hacer si no quieres ser vulnerable a los hackeos

Existe una gran desinformación y una muy mala praxis acerca de cómo utilizar contraseñas de manera segura para proteger nuestras cuentas de ataques ajenos. Y es que los usuarios de alrededor del mundo no estamos verdaderamente concienciados del peligro que puede suponer utilizar una contraseña que no cumpla con los estándares básicos de seguridad. Lo cierto, aunque no lo creamos, es que somos vulnerables y así lo ha demostrado una investigación de Kaspersky Lab donde quedó demostrado que las personas ponen en peligro su seguridad en la red al elegir mal sus contraseñas, seleccionando aquellas que son más simples para recordar, entre otras malas costumbres.

Esta investigación reveló tres errores muy comunes entre los usuarios al escoger sus contraseñas, convirtiéndolos en objetivos claros de los ataques y de los hackers. Esta mala praxis se resume en los siguientes puntos:

  1. Comúnmente se tiende a utilizar contraseñas débiles que son fáciles de recordar pero al mismo tiempo de descubrir.
  2. Se suele usar la misma contraseña para diferentes cuentas y plataformas, lo que significa que si una de ellas es hackeada, las otras también podrían ser vulnerables a serlo.
  3. Además de poner contraseñas simples y de repetirlas en varias cuentas, dos errores francamente garrafales pero muy comunes, tendemos a hacer un uso inadecuado de éstas compartiéndolas con otras personas o usando métodos inseguros para recordarlas. ¿Qué sentido tiene poner una contraseña difícil de descifrar si luego la apuntamos en un blog de notas conectado con la nube o que cualquiera puede ver?   

     

La investigación realizada por la compañía internacional de seguridad, Kaspersky Lab, demostró que la mayoría de los usuarios no está utilizando contraseñas suficiente fuertes que sean capaces de protegerles de ataques y extorsiones. Tan solo un 47% utiliza combinaciones de letras en mayúscula y en minúscula y solo un 64% mezcla números y letras. Estas dos indicaciones son básicas y deberían ser estrictamente respetadas si no queremos caer en el error de ser hackeados.

El estudio también ha demostrado que muy pocas cuentas utilizan una contraseña eficaz o difícil de descifrar. Tan solo un 30% de los usuarios crea nuevas o varias contraseñas para sus diferentes cuentas, por el contrario, 1 de cada 10 personas utiliza la misma contraseña para todas sus cuentas. Un dato muy preocupante que hace entender porqué un 18% de los usuarios se han enfrentado a algún intento de hackeo en alguna de sus cuentas.

Este estudio también nos revela, como ya hemos adelantado en los puntos del inicio del artículo, que los usuarios hacen un uso indebido de sus contraseñas al compartirlas con otras personas o al usar métodos inseguros para recordarlas, como por ejemplo apuntarlas en un blog de notas o en un word subido a la nube. Las estadísticas indican que un 28% de los usuarios han compartido dicha información con algún familiar cercano y un 11% con amigos. Esto permite que las contraseñas se vayan filtrando indebidamente y puedan llegar a manos equivocadas. Así mismo un 22% de los encuestados admitió haberlas escrito en un bloc de notas para recordarlas, hecho que convierte a esos usuarios en vulnerables debido a que otras personas pueden verlas y utilizarlas, a pesar de que sus contraseñas sean fuertes.

Como hemos podido comprobar estos errores son muy básicos y tienen fácil remedio. Hace falta que seamos un poco más conscientes del peligro que corremos al caer en estos malos hábitos y los rectifiquemos, solo así dejaremos de estar en el centro de la diana de los hackers. No obstante, hará falta mucho más para poder decir que estamos totalmente a salvo de estos ataques.

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