El sector estratégico es importante en cualquier economía, ya que es una pieza esencial de la producción y dinamiza múltiples sectores al requerir de grandes inversiones.
Las empresas del sector energético operan con arreglo a enfoques basados en la colaboración y deben ser capaces de realizar cambios en el proceso en tiempo real debido a diversas implicaciones estatales, con los clientes y con la propia compañía.
Son empresas que tienen conocimiento para hacer proyectos y los desarrollan en todo el mundo, es decir, venden conocimiento.
Se alían con fondos de inversión y empresas de capital riesgo, muy apalancadas con préstamos, al requerir inversiones iniciales muy grandes.
La innovación tecnológica, el desarrollo de las energías renovables y la introducción progresiva de nuevos modos de transporte están transformando el sector, apareciendo grandes oportunidades de negocio.